PRÁCTICAS
DEL LENGUAJE
LUNES
3 DE MAYO DE 2021
HOLA
ESPERO ESTÉS BIEN ¿CÓMO TE FUE EL FINDE? ¿SI QUERÉS CONTAME QUE HICISTE QUE TE
GUSTÓ Y QUE NO TE GUSTÓ.
TE
CUENTO QUE DESDE HOY TRABAJAREMOS UNA SECUENCIA CON CUENTOS TRADICIONALES,
LUEGO VOLVEREMOS A LAS LEYENDAS DE NUESTRO PAÍS. ES MUY IMPORTANTE QUE TRATES
DE HACER ESTAS ACTIVIDADES Y SUBIRLAS AL BLOG COMO VENÍS HACIENDO Y SI NO PODÉS
ME MANDAS POR MAIL O ME LAS LLEVAS AL COLE. YO TODOS LOS LUNES DE 9 A 12 HS
ESTARÉ AHÍ.
CUENTOS POPULARES CON TRES DESEOS
¿QUIÉN NO HA PEDIDO ALGUNA VEZ UN
DESEO O HA FANTASEADO TAN SOLO CON LA POSIBILIDAD DE HACERLO? LA LITERATURA
RENUEVA EN CADA RELATO DESEOS Y MÁS DESEOS MATERIALES Y ESPIRITUALES,
INDIVIDUALES Y COLECTIVOS, POSIBLES E IMPOSIBLES.
SI PUDIERAS PEDIR TRES DESEOS, ¿QUÉ
PEDIRÍAS? PENSALO BIEN, NO VAYA A SER QUE SE TE CONCEDA ALGO QUE NO QUIERAS...
LOS DESEOS RIDÍCULOS
CHARLES PERRAULT
LEÉ EL CUENTO LOS DESEOS RIDÍCULOS
Y, SI PODÉS, COMPARTÍ LA LECTURA CON ALGUIEN QUE ACOMPAÑE EN CASA.
LOS DESEOS RIDÍCULOS
CHARLES PERRAULT
EN LO PROFUNDO DE LO PROFUNDO DEL BOSQUE, EN UNA
CASITA TAN DESTARTALADA QUE A DURAS PENAS LOGRABA SOSTENERSE EN PIE, VIVÍA UN
POBRE LEÑADOR CON SU MUJER.
CADA DÍA SE LEVANTABA AL ALBA Y TRABAJABA SIN
DESCANSO HASTA EL ATARDECER RECOGIENDO LEÑA, LA QUE CAMBIABA EN EL PUEBLO POR
UN POCO DE HARINA, DE SAL O DE LEGUMBRES. POR LAS NOCHES LAS CIGARRAS RODEABAN
LA CASA Y CANTURREABAN SUS HISTORIAS ANTIGUAS, MIENTRAS QUE ADENTRO ARDÍA UN
FUEGO BUENO Y LA SOPA OLÍA A HIERBAS RECIÉN CORTADAS.
EL LEÑADOR Y SU MUJER, SIN EMBARGO, NO ERAN
FELICES (O A LO MEJOR LO ERAN Y NO SE DABAN CUENTA). EN LUGAR DE CONTENTARSE
CON LO QUE ERA, AÑORABAN LO QUE NO ERA, SOÑANDO CON UNA VIDA MENOS ESFORZADA. Y
COMO EL TIEMPO FUE PASANDO SIN QUE LA FORTUNA GOLPEARA A LA PUERTA, LOS SUEÑOS
SE LES LLENARON DE REZONGOS.
—¡QUÉ LARGOS SON MIS DÍAS DE
TRABAJO, Y QUE CORTA MI SUERTE! –SE QUEJABA EL LEÑADOR– ¡Y QUÉ CANSADO ESTOY!
DEBE SER POR EL HACHA. ESTÁ TAN VIEJA LA POBRE QUE CADA VEZ TENGO QUE
ESFORZARME MÁS PARA CORTAR UNA RAMA. OJALÁ PUDIERA COMPRARME UNA NUEVA.
—Y YO… SI TAN SOLO PUDIERA ALGUNA
VEZ VESTIRME COMO VISTE LA MARQUESA Y PASEARME POR EL PUEBLO CON AIRES DE GRAN
SEÑORA –SUSPIRABA LA MUJER.
Y ASÍ PASABAN SUS DÍAS –Y SUS
NOCHES– DESEANDO Y DESEANDO EN VANO, PUES SU POBREZA SEGUÍA TAN FLACA COMO
SIEMPRE.
CIERTO DÍA EN QUE REGRESABA A SU
CASA RESOPLANDO BAJO EL PESO DE UN ENORME ATADO DE LEÑA, EL LEÑADOR TROPEZÓ Y
CAYÓ DE BRUCES EN EL SUELO. SINTIÉNDOSE ENTONCES EL SER MÁS DESDICHADO DE LA
FAZ DE LA TIERRA, COMENZÓ A QUEJARSE AMARGAMENTE A LOS CIELOS.
—HÉME AQUÍ TIRADO, EL MÁS
DESGRACIADO DE LOS HOMBRES. NO SÉ QUIÉNES SERÁN LOS QUE GOBIERNAN MI FORTUNA,
PERO SIN DUDA SE TRATA DE SERES QUE CARECEN DE CORAZÓN. ¡NO SE HAN DIGNADO A
CONCEDERME TAN SIQUIERA EL MÁS INSIGNIFICANTE DE LOS MUCHOS DESEOS QUE LES HE
PEDIDO EN TODOS ESTOS AÑOS!
EN ESE MOMENTO, EL CIELO SE CUBRIÓ
DE NUBARRONES TAN ESPESOS QUE LA NOCHE CAYÓ SOBRE EL BOSQUE.
—¡SOLO ESTO ME FALTABA! VA A LLOVER
Y YO EN EL MEDIO DEL BOSQUE
–CONTINUÓ LAMENTÁNDOSE EL LEÑADOR
APENAS TERMINÓ DE PRONUNCIAR ESTAS
PALABRAS UN RELÁMPAGO PARTIÓ EL CIELO EN DOS PEDAZOS Y UN TRUENO RETUMBÓ EN EL
PÁRAMO, Y A TRAVÉS DEL TRUENO SE OYÓ UNA VOZ.
—¡YA BASTAAA! ¡BASTA DE TANTA QUEJA!
EL LEÑADOR, ATURDIDO, NO PODÍA CREER
A SUS OJOS (NI A SUS OÍDOS). UNA NUBE BAJÓ Y BAJÓ, Y CUANDO ESTUVO TAN CERCA DE
ÉL QUE PODÍA TOCAR LAS PEQUEÑAS GOTAS QUE LA FORMABAN, SALIÓ DE ELLA UN HOMBRE
MUY ALTO DE TÚNICA BLANCA Y CON EL CEÑO VISIBLEMENTE FRUNCIDO. LLEVABA EN SUS
MANOS UN RAYO RESPLANDECIENTE.
HABRÁN DE SABER QUE POR AQUEL BOSQUE
AÚN MERODEABAN LOS DIOSES ANTIGUOS, AQUELLOS QUE LA GENTE HABÍA OLVIDADO HACÍA
LARGO TIEMPO, Y QUE EL ENIGMÁTICO APARECIDO NO ERA OTRO QUE EL MISMÍSIMO
JÚPITER, EL MÁS PODEROSO DE TODOS ELLOS, QUE HABÍA DECIDIDO DESCENDER DEL
OLIMPO PARA ACALLAR LAS QUEJAS QUE NO LO DEJABAN DORMIR.
—¡TE QUEJAS CON TANTA FUERZA QUE ES
IMPOSIBLE PEGAR UN OJO! ¡DEJA YA DE LAMENTARTE, BUEN HOMBRE, Y DIME DE UNA
BUENA VEZ QUÉ ES LO QUE DESEAS! –DIJO EL DESCONOCIDO ESTREGÁNDOSE LOS OJOS.
—NA…NADA DESEO, SEÑOR, NADA. NI
RAYOS NI TRUENOS NI NADA DE LO QUE USTED TIENE PARA OFRECER –CONTESTÓ EL
LEÑADOR TARTAMUDEANDO POR EL SUSTO.
—DEJA DE TEMBLAR Y PRESTA ATENCIÓN.
YO SOY JÚPITER, SEÑOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA, Y HE VENIDO A ALIVIAR TUS
PENAS. ES POR ESO QUE VOY A CONCEDERTE LOS TRES PRIMEROS DESEOS QUE FORMULES.
—¿EN VERDAD TIENES ESE PODER?
—ESE, Y MUCHOS MÁS. NO OLVIDES MIS PALABRAS:
LOS TRES PRIMEROS DESEOS QUE PRONUNCIES CON VERDADERO FERVOR SE CUMPLIRÁN DE
INMEDIATO, SEAN LOS QUE FUEREN. PERO NO EXPRESES TUS DESEOS A LA LIGERA.
REGRESA A TU CASA Y PIÉNSALOS BIEN, PUES NO TE DARÉ SINO TRES, Y TU FELICIDAD
DEPENDE DE ELLOS. VERÁS QUE NO RESULTA FÁCIL ESCOGER UN DESEO CUANDO SE SABE
QUE SE VA A CUMPLIR.
PRONUNCIADAS ESTAS PALABRAS, JÚPITER
DESAPARECIÓ EN SU NUBE, Y EL DÍA VOLVIÓ A SER CLARO Y BRILLANTE.
EL LEÑADOR, LOCO DE CONTENTO, ECHÓ A
SU ESPALDA EL HAZ DE LEÑA, QUE AHORA NO LE PARECIÓ EN ABSOLUTO PESADO, Y
LLEVADO POR LAS ALAS DE LA ALEGRÍA, VOLVIÓ A SU CASA EN UN SANTIAMÉN, DANDO
GRANDES PASOS Y SALTOS.
Y A LOS SALTOS ENTRÓ EN SU CABAÑA,
GRITANDO: —MUJERCITA MÍA, ENCIENDE UNA BUENA LUMBRE Y PREPARA ABUNDANTE CENA
PUES SOMOS RICOS, ¡PERO MUY RICOS!; Y TANTA ES NUESTRA DICHA QUE TODOS NUESTROS
DESEOS SE VERÁN POR FIN REALIZADOS.
Y ENTONCES, PUNTO POR PUNTO, LE
CONTÓ TODO LO SUCEDIDO A SU ESPOSA, CUYOS OJOS SE IBAN ENCENDIENDO MÁS Y MÁS A
MEDIDA QUE ESCUCHABA EL RELATO.
—AHORA PODRÉ DEJAR ESTA MISERABLE
CHOZA Y MUDARME A UN PALACIO. PERO QUÉ DIGO UN PALACIO, ¡VOY A PEDIR EL PALACIO
DE LA MISMÍSIMA MARQUESA! AHÍ DESAYUNARÉ CADA MAÑANA PASTELITOS DE CREMA Y
LECHE TIBIA CON CARAMELO –DECÍA LA MUJER, SIN SABER A CIENCIA CIERTA SI TALES
MANJARES EXISTÍAN.
—YO QUISIERA QUE LA CASA TUVIERA UN
TECHO QUE NO GIMIESE Y GOTEASE CADA VEZ QUE CAEN TRES GOTAS. Y UNA ALACENA
REPLETA DE HORMAS DE QUESO Y DE VINO BIEN ESTACIONADO! –SOÑABA POR SU LADO EL
MARIDO…
—¡JOYAS Y VESTIDOS! ¡POLVOS Y PERFUMES!
—UN HACHA QUE NO SE OXIDE NI SE
DESAFILE NUNCA. ¡Y UN BUEN SACÓN DE PIEL PARA NO SENTIR FRÍO CUANDO SALGO AL
BOSQUE EN EL INVIERNO!
—Y POR CIERTO QUE NO HE DE ESTROPEAR
MIS ZAPATOS NUEVOS ANDANDO POR EL BARRO. IRÉ EN CARRUAJE, COMO CORRESPONDE A
UNA MARQUESA…
—ME VENDRÍA BIEN UNA MULA BIEN
ROBUSTA PARA CARGAR LA LEÑA DE VUELTA. YA NO SOY TAN JOVEN…
EN ESE MOMENTO LA MUJER MIRÓ A SU
MARIDO CON SORPRESA Y TAMBIÉN CON CIERTO DESDÉN, PUES PENSÓ QUE SUS DESEOS SE
HABÍAN QUEDADO UN TANTO PEQUEÑITOS
QUEDARON MIRÁNDOSE EN SILENCIO POR
UN BREVE INSTANTE, AL CABO DEL CUAL ELLA DIJO:
ILUSTRACIÓN DE PAUL GUSTAVE DORÉ
(1862).
—NO NOS DEJEMOS LLEVAR POR LA
IMPACIENCIA. DEJEMOS PARA MAÑANA NUESTRO PRIMER DESEO, CONSULTÁNDOLO ANTES CON
LA ALMOHADA, QUE ES BUENA CONSEJERA.
—ESTOY DE ACUERDO –RESPONDIÓ EL
HOMBRE–. MIENTRAS TANTO, CELEBREMOS ESTA NOCHE. ANDA, AVIVA EL FUEGO QUE YO
TRAERÉ EL VINO AÑEJO QUE GUARDO PARA LAS GRANDES OCASIONES.
LA PAREJA BEBIÓ ALEGREMENTE EL VINO
Y COMPARTIÓ UNAS REBANADAS DE PAN MIENTRAS SEGUÍA HACIENDO CASTILLOS EN EL
AIRE.
MIENTRAS HABLABAN, LA MUJER TOMÓ
UNAS TENAZAS Y ATIZÓ EL FUEGO; Y VIENDO LOS LEÑOS ENCENDIDOS DIJO
DISTRAÍDAMENTE:
—¡CON ESTAS BRASAS TAN BUENAS, QUÉ
BIEN VENDRÍA UNA BUENA VARA DE MORCILLA!
—ES VERDAD, MUJER. ¡OJALÁ TUVIÉRAMOS
UNA AQUÍ MISMO!
TAN PRONTO COMO TERMINÓ DE
PRONUNCIAR ESAS PALABRAS, CAYÓ POR LA CHIMENEA UNA MORCILLA MUY GRANDE,
CAUSANDO UN GRAN ALBOROTO DE CHISPAS POR TODA LA HABITACIÓN.
AL INSTANTE LA MUJER LANZÓ UN GRITO
DE INDIGNACIÓN. ¡HABÍAN MALGASTADO EL PRIMER DESEO EN UNA SIMPLE MORCILLA! Y
ENTONCES, HECHA UNA FURIA, PORQUE A SU JUICIO LA TORPEZA CORRESPONDÍA A SU
MARIDO, LA EMPRENDIÓ CONTRA EL POBRE CON LAS PALABRAS MÁS HIRIENTES QUE PUDO
ENCONTRAR.
—¡QUÉ NECIO ERES! SE PODRÍA PEDIR UN
PALACIO, ORO, COLLARES DE PERLAS, CARRUAJES, VESTIDOS… ¿Y NO SE TE OCURRE
DESEAR MÁS QUE UNA MORCILLA?
—PERO MUJER, ¡NO HE HECHO MÁS QUE
REPETIR LO QUE TÚ MISMA ACABAS DE DECIR! –SE DEFENDIÓ EL HOMBRE.
—¡UNA MORCILLA! DE MORCILLA HAY QUE
TENER RELLENOS LOS SESOS PARA HACER LO QUE HAS HECHO TÚ.
AL ESCUCHAR ESTAS Y OTRAS INJURIAS,
EL ESPOSO, MÁS DE UNA VEZ, SE SINTIÓ TENTADO DE FORMULAR UN DESEO MUDO. Y,
DICHO ENTRE NOSOTROS, HABRÍA SIDO LO MEJOR QUE HUBIERA PODIDO HACER.
AL FIN, VIENDO QUE SU MUJER NO
CESABA EN SUS AGRIAS PALABRAS, PERDIÓ LA PACIENCIA Y GRITÓ FURIOSO:
—¡MALDITA SEA LA MORCILLA QUE TE HA
DESATADO LA LENGUA! QUIERA EL CIELO QUE SE TE VUELVA MORCILLA LA NARIZ PARA QUE
TE CALLES DE UNA BUENA VEZ.
DICHO Y HECHO, LA NARIZ DE LA MUJER
SE TRANSFORMÓ AL PUNTO EN UNA MORCILLA QUE AL COLGARLE POR SOBRE LA BOCA NO LA
DEJABA HABLAR CON NATURALIDAD, Y MENOS AÚN GRITAR.
HUBO ENTONCES UNOS INSTANTES DE
SILENCIO. EL LEÑADOR MIRABA FIJAMENTE EL FUEGO CON LA BOCA ABIERTA MIENTRAS SE
RASCABA EL COGOTE, COSA QUE HACÍA CADA VEZ QUE TENÍA QUE CONCENTRARSE EN SUS
PENSAMIENTOS. A SU LADO, LA MUJER HACÍA UNAS MORISQUETAS MUY GRACIOSAS MIENTRAS
SE PONÍA BIZCA TRATANDO DE VER SU NUEVA NARIZ. UN RAYO DE LUNA SE COLÓ POR LA
VENTANA Y SE REFLEJÓ EN LA TERSA MORCILLA. ¡YA SE PODRÁN IMAGINAR EL EFECTO DE
TAL PRODIGIO SOBRE EL ROSTRO DE AQUELLA MUJER!
“CON EL DESEO QUE ME QUEDA –PENSABA
EL HOMBRE– PODRÍA CONVERTIRME EN REY, PERO HAY QUE PENSAR LA TRISTEZA QUE
TENDRÍA LA REINA CUANDO, AL SENTARSE EN SU TRONO, SE VIERA CON LA NARIZ MÁS
LARGA QUE UNA VARA. VOY A VER QUÉ DICE Y QUE DECIDA ELLA: SI PREFIERE
CONVERTIRSE EN UNA REINA Y CONSERVAR ESA HORRIBLE NARIZ O QUEDARSE DE SIMPLE
LEÑADORA CON LA NARIZ CORRIENTE, COMO LAS DEMÁS PERSONAS, TAL COMO LA TENÍA
ANTES DE LA DESGRACIA.”
EN ESTAS CAVILACIONES ANDABA EL
LEÑADOR CUANDO SU MUJER, YA APACIGUADA, ROMPIÓ EL SILENCIO.
—¿Y BIEN? ¿QUÉ HAREMOS AHORA? –DIJO
EN UN MURMULLO, AUNQUE RESULTABA DIFÍCIL TOMARLA EN SERIO, PORQUE AL HABLAR LA
MORCILLA BAILOTEABA POR SU ROSTRO COMO UNA MARIONETA.
—NOS QUEDA SOLO UN DESEO. PUEDO
PEDIR TRANSFORMARME EN REY, Y A TÍ EN REINA. O BIEN PUEDO DEVOLVERTE TU NARIZ.
ELIGE, MUJER: O REINA CON ESA NARIZ, O LEÑADORA CON LA NARIZ CON LA QUE VINISTE
AL MUNDO.
—PERO… ¿QUÉ CLASE DE REINA SE PASEA
ENTRE SUS SÚBDITOS PRECEDIDA DE UNA NARIZ MÁS LARGA QUE UNA SEMANA SIN PAN?
TODOS SE VAN A REÍR DE MÍ, LO SÉ, SOBRE TODO LA MARQUESA.
—CUANDO SE ESTÁ CORONADA SIEMPRE SE
TIENE LA NARIZ BIEN HECHA
–REPLICÓ SU MARIDO TRATANDO DE
CONFORMARLA…
MUCHO DISCURRIERON ANTES DE TOMAR
UNA DECISIÓN, PERO COMO SU MIRADA NO PODÍA APARTARSE DE LA MORCILLA –QUE A CADA
GESTO SE MOVÍA COMO UNA RAMA A IMPULSOS DEL VIENTO– PREFIRIÓ LA LEÑADORA
CONSERVAR LAS NARICES ANTES QUE HACERSE REINA Y FEA.
UNA VEZ QUE EL LEÑADOR HUBO
FORMULADO EL TERCER DESEO, SU MUJER CORRIÓ A MIRARSE EN EL ESPEJO, DONDE
COMPROBÓ CON ALEGRÍA QUE HABÍA RECUPERADO SU NARIZ. Y TOCÁNDOSELA UNA Y OTRA
VEZ, COMO SI TEMIERA PERDERLA DE NUEVO, SENTENCIÓ:
—TAL VEZ HUBIÉRAMOS SIDO MÁS
DESGRACIADOS SIENDO MÁS RICOS DE LO QUE SOMOS EN ESTE MOMENTO. ES MEJOR NO
DESEAR NADA Y TOMAR LAS COSAS COMO VIENEN. MIENTRAS TANTO, COMÁMONOS LA
MORCILLA, PUESTO QUE ES LO ÚNICO QUE NOS QUEDA DE LOS TRES DESEOS.
EL MARIDO PENSÓ QUE SU MUJER TENÍA
RAZÓN, Y CENARON ALEGREMENTE, SIN VOLVER A PREOCUPARSE POR LAS COSAS QUE
HABRÍAN PODIDO DESEAR.
* HISTORIA EN 1694 EN LES SOUHAITS RIDICULES (LOS DESEOS
RIDÍCULOS) AUNQUE ESTAS PALABRAS ESTÁN RECIÉN EN EL VERSO 21. MÁS TARDE, EL
MISMO AUTOR RETOMÓ LA MISMA EXPRESIÓN PARA ABRIR SU PRIMER CUENTO MARAVILLOSO
TITULADO PIEL DE ASNO.
SI EN ALGÚN MOMENTO TENÉS
POSIBILIDAD DE CONECTARTE AL SIGUIENTE ENLACE, PODÉS ESCUCHAR EN ESTE AUDIO LA
LECTURA DEL CUENTO.
HTTPS://SOUNDCLOUD.COM/DEPPBA/LOS-DESEOS-RIDICULOS
PARA PENSAR EN ESTA HISTORIA
AHORA TE PROPONEMOS PENSAR SOBRE
ESTA HISTORIA. SI LA LEÍSTE CON ALGUIEN MÁS, SERÁ UNA BUENA OPORTUNIDAD PARA
INTERCAMBIAR OPINIONES.
ESCRIBÍ LAS RESPUESTAS A
CONTINUACIÓN PARA PODER COMPARTIRLAS CON OTRAS CHICAS Y OTROS CHICOS, MÁS
ADELANTE, EN ALGÚN ENCUENTRO SINCRÓNICO. SI LEÍSTE JUNTO CON ALGUNA ADULTA O
ALGÚN ADULTO, ENTONCES PUEDEN CONVERSAR Y PENSAR LAS RESPUESTAS JUNTAS Y
JUNTOS.
• 1- EL CUENTO SE LLAMA “LOS DESEOS RIDÍCULOS”. ¿QUÉ TIENEN
DE RIDÍCULOS ESTOS DESEOS?
• 2- ¿EN QUÉ MOMENTO DEL CUENTO TE DISTE CUENTA DE QUE ALGO
RARO IBA A SUCEDER CON LOS TRES DESEOS?
• 3- ¿POR QUÉ EL LEÑADOR NO LLEGA A PEDIR LO QUE REALMENTE
DESEABA?
• 4- VOLVÉ AL CUENTO. RELEÉ EL FRAGMENTO DEL CUENTO QUE
INICIA EN EL SEGUNDO PÁRRAFO (“AHORA PODRÉ DEJAR ESTA MISERABLE CHOZA…”) HASTA
QUE EL NARRADOR DICE: “…PUES PENSÓ QUE SUS DESEOS SE HABÍAN QUEDADO UN TANTO
PEQUEÑITOS.”
ESPERO TE HAYA GUSTADO EL CUENTO
CUALQUIER DUDA ME ESCRIBÍS
PROFE DAMIÁN
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